Las aftas bucales, también conocidas simplemente como aftas, son uno de los problemas más comunes que podemos experimentar en nuestra boca.
Aunque suelen ser pequeñas, pueden causar muchas molestias, especialmente al comer, hablar o cepillarse los dientes.
¿Qué son las aftas bucales?
Las aftas bucales son pequeñas llagas dolorosas que se desarrollan en el interior de la boca, incluyendo la parte interna de las mejillas, los labios, la lengua y el revestimiento de las encías.
A diferencia de las úlceras causadas por infecciones virales como el herpes, las aftas no son contagiosas.
¿Cómo se manifiestan las aftas?
Las aftas se presentan con las siguientes características:
- Pequeñas y planas: Generalmente, miden entre 1 y 5 milímetros de diámetro.
- Color blanco-amarillento: Rodeadas por un borde rojizo que puede estar inflamado.
- Sin cicatriz: Por lo general, no dejan cicatrices y desaparecen solas en un período de una a dos semanas.
Principales síntomas de las aftas bucales
Los principales síntomas que puedes experimentar si tienes aftas en la boca son:
- Dolor o ardor: En la zona afectada, especialmente al comer, hablar o cepillarse los dientes.
- Sensibilidad: Al consumir alimentos o bebidas, especialmente los ácidos, picantes o salados.
- Enrojecimiento e inflamación: Alrededor de la llaga, lo que puede aumentar la incomodidad.
En casos excepcionales, es posible que aparezcan síntomas más graves, como fiebre o malestar general, pero esto es poco frecuente.
¿Por qué salen las aftas bucales?
Entender por qué salen las aftas bucales es fundamental para prevenir su aparición.
Además de los factores mencionados, la deficiencia de vitaminas y minerales, como la vitamina B12, hierro y ácido fólico, también puede contribuir al desarrollo de aftas.
Las causas de las aftas bucales pueden ser muy variadas. Algunas de las razones más comunes incluyen:
- Traumatismos: Morderse accidentalmente, el uso de ortodoncia o un cepillado agresivo pueden causar lesiones en la mucosa bucal.
- Estrés y factores psicológicos: El estrés, la ansiedad y otros factores emocionales pueden desencadenar la aparición de aftas.
- Problemas gastrointestinales: Intolerancias alimentarias, mala absorción de ciertos nutrientes o condiciones como la enfermedad celíaca.
- Cambios hormonales: Alteraciones hormonales, como las que ocurren durante la fase premenstrual, pueden favorecer su aparición.
- Factores inmunológicos o infecciosos: Un sistema inmunológico debilitado puede aumentar la susceptibilidad a desarrollar aftas.
Tratamiento para las aftas bucales
Para cómo curar aftas en la boca, es esencial mantener una buena higiene bucal, evitar alimentos irritantes y utilizar tratamientos tópicos para reducir el dolor y acelerar la recuperación.
Tratamiento médico
- Geles con ácido hialurónico: Ayudan a cicatrizar la herida y a reducir el tiempo de curación.
- Anestésicos tópicos en spray: Alivian el dolor y permiten comer sin molestias.
- Antibióticos o corticoides: En casos severos o recurrentes, un odontólogo puede prescribir medicamentos específicos.
Alimentos que producen aftas en la boca
Algunos alimentos pueden desencadenar o empeorar las aftas bucales, entre ellos se encuentran:
- Alimentos ácidos: Como cítricos, tomates y jugos de frutas.
- Alimentos picantes: Chiles, pimienta y otros condimentos fuertes.
- Alimentos duros o crujientes: Como las patatas fritas o frutos secos, que pueden irritar la mucosa bucal.
Cuándo acudir al dentista por aftas bucales
En la mayoría de los casos, las aftas no son motivo de preocupación. Sin embargo, es importante acudir al odontólogo si:
- Persisten por más de dos semanas.
- Son muy recurrentes o aparecen con frecuencia.
- Hay otras lesiones en la boca o en otras partes del cuerpo.
- El dolor es intenso y afecta tu calidad de vida.
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